El actuar de un fanático católico en las redes sociales.

Miéntale la madre si ese es tu deseo; que te la miente es tan solo parte de su ser como feligrés. Nada pasa, es el medio de comunicación habitual de quien dice seguir la enseñanzas de un Cristo crucificado, pero... la luna de miel entre un ateo y un católico es tan frágil, que una burla a una imagen sagrada está muy por encima de un "chinga a tu madre" o de un "hijo de puta". Eso es intolerable, ahora las mentadas de madre, los "hijos de puta", ya no forman parte de una manera de comunicación, se convierten ahora en la manifestación de un supremo enfado por parte del creyente cuando les tocas la sacralidad de sus imágenes. Pero esa reacción la consideran natural: te burlas de mis santitos, de mis virgencitas; yo católico te miento la madre.

Qué importa que su catecismo les dicte que pongan la otra mejilla, que importa que vayan a misa a confesarse y que sus curitas les prediquen que el católico no debe usar malas palabras contra su prójimo. ¡VIVA LA IGLESIA CATÓLICA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HIPOCRESÍA Y DOBLE MORAL!

En mi experiencia participativa en G+, con muchos católico de esta laya me topé, pero uno, uno es quien destaca en particular: Uno de tantos nombre que usa Adolf Chaplin Luther King, conocido en esa red social como El Chupacirios.

Elegí este caso para dar inicio al contenido que pretendo sea una denuncia y una exhibición pública del alto nivel de hipocresía que existe en el común de los cristianos y una gran muestra del motivo que el creyente tiene para gritar a toda voz su hipocresía: la blasfemia.